¡! HOLA ¡! - a todo mi pequeño mundo, hoy viernes 01 de marzo de 2013, quiero compartir con todos ustedes, un poco de algo que - en su momento (1980), durante mi ingreso a la Universidad de Colima, formó parte de aquella incipiente formación como Licenciado en Ciencias Sociales... ¡Uff! - que tiempos aquellos, les añoro y extraño, me encantaría volver a vivir aquellas vivencias - casi siempre de carencias de todo tipo, principalmente económicas, con mis hijos pequeños aún, y creciendo a cada día, y un servidor con la mente ocupada en una formación que vendría a mejorar el estilo de vida de toda una familia...
Bien, sin más preámbulo comparto la primera de otras que compartiré después, escritos, investigaciones, experiencias, etc., ésta primera se llama "El Labrador avaro" ... Va con mucho cariño para ustedes:
EL
LABRADOR AVARO – de Gonzalo de Berzeo
Había una persona que tenía muchos terrenos y
tenía una manía de mentir y hacer mal a la gente aunque este señor era así de
maloso también amaba a la virgen maría, oía sus milagros y bien los acogía,
saludábala siempre, diciendo cada día “ave llena de gracia, que alumbraste
al mesías” al fin murió el canalla de tierra bien cargado, enseguida los
diablos lo cargaron bien atado por tierra lo arrastraban, de goces bien sobado
le cobraban al doble el pan que había robado, al ver los ángeles lo mucho que
torturaban a esta alma trataban de recogerla de las garras de los diablillos
pero no tenían o no encontraban una razón para liberarla puesto que a los
diablillos razones les sobraban, hasta que por fin un ángel recordó que en vida
este señor amaba a la virgen maría y en eso el ángel dijo: alto, yo soy testigo
de algo que es verdad. Fijaos en lo que digo: el cuerpo que traía esta ánima
consigo, fue de santa maría vasallo y amigo. Siempre lo mencionaba, en comida o
en cena, diciendo estas palabras: ave, de gracia llena. La boca que rezaba tan
santa cantilena. No merece yacer en su triste condena. Tan pronto como el
nombre de la virgen maría oyeron los demonios, sintieron cobardía; huyeron como
niebla que el viento esparcía, dejando al alma libre de sus cruel agonía. Los
ángeles lo vieron de los diablos librada con sogas en las manos y en los pies,
bien atada. Semejaba una oveja que yaciera enzarzada. Ya libre, condujéronla
feliz a su morada. Nombre lleno de dones y de virtudes tantas, que a nuestros
enemigos persigue y espanta: no nos debe doler, ni lengua ni garganta, para
decir por siempre:
“ ¡ SALVE, OH, REINA SANTA ¡ “
Ciudad Guzmán., Jalisco a 10 de Septiembre de
1980.
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