UN HOMBRE EN LLAMAS SE ELEVA AL CIELO, CONSUMIÉNDOSE EN SU PROPIA ANSIA DE TRASCENDENCIA CON LA IMAGINACIÓN, LA
REFLEXIÓN Y LA CREACIÓN... Y TODO ESTO OCURRE DENTRO DE UN EDIFICIO DE
MAJESTUOSA BELLEZA DEDICADO ALGUNA VEZ A LA ATENCIÓN DE LOS DESAMPARADOS Y
LUEGO A LA EDUCACIÓN Y PROMOCIÓN ARTÍSTICA, SE TRATA DE ALGO MÁS QUE UNA BELLA
OBRA ARQUITECTÓNICA. ES EL INSTITUTO CULTURAL CABAÑAS, DECLARADO POR LA UNESCO
COMO PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD EN 1997.
El ex Hospicio Cabañas es una obra del
ilustre arquitecto Manuel Tolsá, construida en el siglo XIX por José Gutiérrez
por solicitud del entonces obispo Juan Ruiz de Cabañas y Crespo. El edificio
destaca por la perfecta proporción de su trazado de rigurosa simetría y la
sobria elegancia de su estilo neo clásico.
En la fachada sobresale un frontón triangular
sin adornos, sostenido por seis columnas dóricas, detrás del cual salta la
silueta tallada en cantera de la gran cúpula apoyada en 32 columnas, y en cuyo
interior José Clemente Orozco, el muralista oriundo de Zapotlán, Jalisco, pintó
el “Hombre de fuego”, la obra descrita al principio de este texto,
además de casi medio centenar de frescos en los que hizo un resumen de la
historia de México, su contexto social y su realidad política. Este espacio,
que hoy atinadamente recibe el nombre del arquitecto que concibió el edificio,
es la capilla Tolsá y es un sitio de visita obligado para los miles de turistas
que cada año llegan a la ciudad.
Por los 23 patios, algunos de ellos adornados
con árboles, como el famoso patio de los naranjos o el patio mayor, rodeados de
largas y elegantes arcadas que delimitan sus 78 pasillos, han pasado lo mismo
huérfanos y tímidos estudiantes, que príncipes y artistas de fama
internacional.
Su excepcional y serena atmósfera ha servido
de marco lo mismo para las protocolarias bienvenidas de eventos como la I
Cumbre Iberoamericana en 1991, como para bulliciosas fiestas en el marco de la
Feria Internacional del Libro o de la Muestra de Cine Mexicano. Y las salas más
grandes de los 160 cuartos que lo conforman, albergan hoy una importante
colección artística, entre las que destaca la obra de Mathias Goeritz y otras
340 obras de Orozco, además de las manifestaciones contemporáneas de artistas
locales e internacionales.
El Cabañas lo ha visto y resistido todo. La
solemne dignidad del edificio se ha mantenido intacta desde su creación y por
eso fue descrito aquel 4 de diciembre de 1997, cuando se hizo su declaratoria
oficial como Patrimonio de la Humanidad, como un lugar de “valor universal
excepcional”, el primer edificio mexicano en ser incluido en una categoría
en la que también se encuentran 16 zonas arqueológicas del país y que lo ubica
a la par de construcciones tan célebres como el Taj-Mahal en India, la Alambra
de Granada, España y el Palacio de Versalles en Francia.
Nota periodística del 24 de Mayo de 2004.
Eduardo Aragón
Público-Milenio.
Hago una especial invitación a todo "mi pequeño mundo" - que hace el favor de visitar esta página, para visitar este bastión de la cultura en el bello Jalisco, poseedor de "pueblos mágicos" del mundo y para el mundo... entre los que recién ha debutado Lagos de Moreno, Jalisco...
Con amor...
Adolfo Zúñiga García.
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