Bella primavera…
L
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uego de la temporada invernal, frío
intenso, noches largas nostálgicas, tiempo de reflexión, de miradas hacia atrás
frente a un tarro de cerveza o café, árboles sin hojas, desnudos de follaje,
nidos vacíos abandonados, cielos con grandes nubarrones de colores obscuros,
aguas quietas, peces escondidos – invernando igual que hacen los osos polares
en su helado hábitat, inmejorables deseos de buenaventura y parabienes por
doquier para amigos y familiares, reuniones con familia y conocidos, espera
fugaz de la llegada del Dios niño y nuevo año, con el agradecimiento por estar y
continuar en la diaria tarea de vivir y convivir…
En
forma imperceptible llega la siguiente etapa – en nuestro caso, el hemisferio
norte del Ecuador – casi con fanfarrias y estruendo de tambores arriba la
Primavera, otro mundo, nuestro Astro Rey, cae casi a plomo sobre la otrora
tierra helada calentando y proporcionando nuevo aspecto, la semilla recibe este
calor, inicia el germen con pequeños brotes de vida nueva, el rostro de la
tierra se transforma en fecundo aspecto, los árboles empiezan a vestirse con nuevo
follaje, las aves llenas de nuevos cantos, construyen sus casas nuevas, los
peces retozan recibiendo el calor del Sol, pequeños frutos de durazno, chabacano,
ciruela blanca, negra, manzana, aguacate, lima, limón, guayabo, higo… ¡Humm! -
¡Crecerán, compartiré y a saborear!...
Sí,
“Pequeño mundo mío” - ¿Ustedes gustan?... les espero con puertas abiertas en “Agua
Azul”…