Me referiré a un
buen trabajo sobre un tema que a todos interesa y apasiona, un trabajo sobre
economía, del Maestro Rius, de la editorial Grijalbo, del cual vamos a relatar
un aspecto correspondiente a la rama de la Economía en la parte de la
producción capitalista. (Y de explotación).
Definamos la Economía : Ésta es el
estudio de la humanidad, en su conducta, en la vida cotidiana (y de la sociedad
en que vive), es decir, ¿Qué produce el hombre?, ¿Cómo lo produce?, ¿Qué
consume el hombre?, ¿Cómo lo consume?, ¿Cómo lo adquiere?, dicho de un modo
diferente: La Economía
es el estudio de la riqueza (y de la pobreza), de esa manera la economía, no es
más que la relación entre lo que ganamos y lo que gastamos, debería ser lo más
fácil de comprender, porque esa es la preocupación (material), principal de la
vida, el dinero. (Por eso, comprendiendo la economía, comprenderemos la vida).
Todos los días,
el gobierno toma decisiones económicas para administrar (mal por lo general),
la riqueza que todos nosotros producimos. Si no hacemos un esfuerzo por
comprender esas decisiones y no hacemos conocer nuestras opiniones, con
conocimiento de causa, entonces dejamos que el gobierno decida por nosotros y
nos sigan dando en… donde siempre. (Y ni así logramos entenderlo, pues lo
seguimos soportando con mucho valor y casi con estoicismo).
En un principio
la producción de satisfactores era de lo más sencillo, pero conforme fue
creciendo la población, y conforme el hombre fue descubriendo que podía vivir
mejor sacándole provecho a la naturaleza, las necesidades fueron aumentando. De
esta forma el hombre descubrió el Trabajo, y cuando el hombre descubrió que con
el trabajo organizado en sociedad podía vivir mejor, satisfaciendo mejor sus
necesidades, nace el primer sistema económico, con la distribución de funciones
de trabajo.
Cuando algunos
vieron lo pesado que era el trabajo físico, empezaron a inventar los pretextos
para no trabajar, pero sin dejar de comer, el pretexto original fue la religión.
Las sociedades esclavistas en las que unos muchos trabajaban para unos pocos
(por la fuerza) tuvieron su origen en la religión, ejemplo Egipto y los
faraones, quienes por ser hijos del Sol, se permitieron explotar a los demás,
para ponerlos a trabajar en su propio beneficio, así poco a poco, el número de
gentes que no trabajaban fue creciendo, convirtiéndose la sociedad en una
pirámide.
En la antigua
Roma, la sociedad se constituyó en “Clases”, explotadas todas por un solo
hombre que se decía Dios o hijo de Dios. Y como los hijos de Dios, tenían
también hijos y hermanos, y tías, y madre, y amigos, y protegidos, y ejércitos,
y policías; la sociedad, aquella primitiva en la que todos trabajaban
desapareció, y desde entonces tenemos en el mundo una sociedad dividida, los
explotados y los explotadores… gracias a Dios.
La rebelión de
los esclavos acabó con Roma, y dio lugar a otra sociedad, copia más o menos de
la esclavista. El Feudalismo de la edad media, en donde el Señor feudal (nieto
de Dios), heredaba a sus vasallos y nobles, entre los cuales había, artesanos y
aprendices y siervos – esclavos con otro nombre.
Siendo el
feudalismo una colección de pequeños reinos, se convirtió por guerras entre
ellos, en cuatro o cinco grandes reinos que dominaban toda Europa, pero en el
transcurso de esas guerras, nació un nuevo tipo de personas, dedicadas a la
compra y venta de armas, comida y demás cosas necesarias para hacer la guerra –
Los comerciantes – (Futuros sepultureros del Feudalismo). Carlitos Marx,
descubrió que toda sociedad cría en su seno el germen de su propia destrucción:
el Feudalismo hizo nacer a la clase que lo destruiría: La Burguesía. Estos
inventaron el dinero y con el dinero los bancos, y con los bancos y el dinero,
la especulación, y con todo eso reunido, obtuvieron lo más importante: El poder
económico.
Los Reyes
tuvieron que compartir el poder terrenal con la burguesía, que pronto vio la
posibilidad de quedarse con todo. El descubrimiento de América (y de los
enormes mercados de África y Asia), hicieron más ricos y poderosos a los
burgueses; no así a los reyes, que pasaron a depender de los banqueros, con lo
cual bastaba solo un empujoncito para acabar con el Feudalismo, el cual sucede
en 1789, con la toma de la
Bastilla en Francia, y la posterior decapitación del Rey.
De esta forma el
poder pasa a manos de la
Burguesía : la explotación del campesino, no hizo más que
cambiar de forma, naciendo así el Capitalismo.
En esta parte
del mundo, donde nos tocó nacer y vivir, estamos en una sociedad Burguesa, es
decir, Capitalista, en la que el modo de producción debe cumplir 3 importantes
puntos: Uno, debemos producir con nuestro trabajo, las cosas que necesitamos
para vivir. Dos, Distribuir esas cosas y Tres, Consumirlas según nuestras
necesidades – todo ello dentro de un sistema de propiedad privada – las
fábricas que producen esas cosas (mercancías), los transportes que las
distribuyen y los comercios que las venden, son de una persona; esas fábricas,
edificios, tierras, mercancías, transportes, y el dinero que producen, es el
capital y sus dueños los Capitalistas – y esos dueños de todo ¿trabajan?, -
¿Cómo crees?, los capitalistas alquilan a otros para que trabajen por ellos…
toda esa gente que se alquila a los capitalistas por un salario y trabaja y produce
para ellos, física o intelectualmente, son los Trabajadores (obreros,
campesinos, empleados, sirvientes), se encuentran de esa manera los dos
principales componentes del sistema capitalista: El Capital y El Trabajo.
Y como cosa
curiosa, aunque el trabajador es el que produce las mercancías que producen el
dinero… ese dinero y esos productos y mercancías no les pertenecen; porque los
capitalistas han extendido la propiedad privada, no solo a las tierras,
edificios, fábricas, empresas, transportes y herramientas, sino también a las
mercancías y a las ganancias que produce la venta de ellas… incluso, en algunos
casos se consideran dueños de los trabajadores.
Hemos mencionado
las necesidades del ser humano, pero no hemos dicho cuáles son, ni cómo las
resuelve el sistema capitalista. Las necesidades primarias o fundamentales son
tres – Casa – Vestido y Comida. Y todo sistema económico que se
respete debe proveer a la satisfacción de esas necesidades mínimas para la
supervivencia, en la economía capitalista, el modo de satisfacer a esas
necesidades se denomina Satisfactor y puede ser de dos clases: 1,
Bienes (Objetos) y 2, Servicios (Actividades), en el capitalismo donde
todo es propiedad privada, los bienes y servicios sólo tienen valor cuando
reportan una utilidad al que los produce o hace. Es por eso que el capitalismo NO
satisface las necesidades básicas de la gente. (Excepto de la gente con
dinero).
Hasta ahora,
ningún país capitalista ha resuelto a toda su población, esas tres necesidades
básicas, casa, vestido y comida – al revés, ¡cada día cuesta más tener casa,
vestirse o mal comer! – porque este sistema no tiene como objetivo resolver las
necesidades, sino hacer dinero. ¡Por eso en el capitalismo se produce de
preferencia lo que deja utilidades, sobre lo que resuelve necesidades! – al
contrario el capitalismo, le ha creado más necesidades a la gente, ejemplo:
¡BEBA, GOCE, FUME, MANEJE Y SERA FELIZ!
La publicidad
capitalista le ha hecho creer a la gente que la mejor forma de “disfrutar de la
vida”, es bebiendo alcohol, en cualquiera de sus prestigiados y prestigiosos
productos. La satisfacción de esa “necesidad”, no le reporta al borrachín
ninguna utilidad… ésta la recibe el que fabrica los alcoholes. Y lo mismo va
con las otras “necesidades”, creadas por el capitalismo: LA MODA , EL AUTOMOVIL, EL
CIGARRO, LA COCA COLA Y
DEMÁS PORQUERIAS, LA
TELEVISIÓN , EL ASPECTO PERSONAL, Y HASTA LA “CULTURA”. Es
decir el capitalismo ha convertido todo en mercancía (incluyendo a la mujer).
Para convertirse en mercancía “digna” del hombre, la mujer debe pintarse,
peinarse, vestirse, depilarse, perfumarse, calzarse, retocarse, reírse,
lavarse, protegerse, dormirse, alimentarse y moverse utilizando los productos
que el capitalismo le ordena (Discreta y subliminalmente, claro…).
Para el
capitalista, en términos económicos, la filosofía es – Producir al menor costo
posible y venderla al mayor precio posible – la “libertad” que tiene la gente
para comprar o no, desaparece cuando tiene que pagar el alquiler de su casa, la
leche para sus hijos o los zapatos y calcetines: El Capitalista fija los
precios – el valor de cambio – sin importarle la necesidad de las personas –
valor de uso. Antiguamente, el valor de una mercancía se determinaba
comparándola con otra: ejemplo, una vaca, “valía” 5 chivos, un sarape “valía”
dos pares de huaraches… actualmente todas las mercancías se valúan en dinero.
Según algunos economistas, el valor de la mercancía no depende de la cantidad
de trabajo invertido, sino del tiempo de trabajo empleado en su producción.
Pero hay muchos otros factores que hay que tomar en cuenta: Las condiciones en
que se lleva a cabo – El tipo de trabajo – La habilidad del trabajador – El
costo de la materia prima empleada – la preparación del trabajador – el costo
de la mano de obra – el costo de la propaganda y la publicidad – los impuestos
– la renta del local – el seguro – el sindicato.
Y a la mera
hora, ni los economistas, ni los obreros, ni las autoridades, pueden ponerle
precio a una mercancía, porque por lo general ya lo tiene, se lo pusieron en la
bolsa de valores de Londres, Nueva York, o Tokio. Por eso – en parte – en el
capitalismo, todo sube de precio constantemente: los especuladores
internacionales, el capital internacional, no pueden perder dinero.
Dinero, dinero, dinero… ¿No se sabe hablar de otra cosa? – Pues no, en el
Capitalismo, el dinero lo es todo: Motor, Corazón, Alma y Motivación. (Contigo
porque me matas, y sin ti porque me muero).
Esperando que
los lectores puedan sentir la influencia de las letras en los libros, en la
vida diaria de la sociedad en general, en la conciencia popular, en el
crecimiento intelectual, Etcétera. Es la intención de quien esto escribe. Y nos
encontramos la próxima semana, con la utópica esperanza de que mis dos lectores
se encuentren dentro de estas líneas. - El tema complementario al presente - "La Burguesía".